La ludoteca municipal de Dólar (Granada, 640 habitantes) ha sido proyectada con un bajo presupuesto (450 €/m2), subvencionada con fondos del fomento de empleo agrario para desempleados, con el objetivo de evitar el aumento de despoblación. La parcela se ubica en el perímetro sur de este municipio de la comarca de Guadix, con forma de arco y abriéndose al paisaje rural hacia la falda de Sierra Nevada, estando adosada a una medianera lineal.

Las cubiertas planas forman parte de la arquitectura popular de las cercanas Alpujarras, los denominados «terraos». En el edificio, en paralelismo con estos elementos, la horizontalidad sirve para subrayar el paisaje urbano y natural de Dólar.

El edificio se distribuye en una sola planta, diáfana y funcional, organizando los núcleos de servicio al este y el espacio de ludoteca abierto hacia el paisaje al oeste. Los principales colores del pavimento, blanco y rojo, y la plasticidad del material, linóleo, tienen una relación con el uso del edificio: crear una nueva atmósfera que sea atractiva para los niños y promuevan el juego y el movimiento.

Siguiendo el trazado orgánico, se despliega el cuerpo principal para crear un espacio exterior vinculado en el núcleo central de juegos. El pavimento establece la zonificación del programa. Para dotar de una mayor riqueza espacial, acorde a su función, se fragmentan los forjados de cubiertas siguiendo un esquema compositivo, introduciendo luz natural y ventilación al núcleo principal.

Constructivamente se materializa con un bajo presupuesto: estructura mixta de acero y hormigón, cerramientos de termoarcilla y revestimientos de mortero de cal, enlucido de yeso y linóleo. Las instalaciones son básicas ocultando las unidades exteriores aprovechando el desnivel del forjado inferior, de forma que se integran en el paisaje.